Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.
Antonio Machado
Ya huele a libros por estrenar, la mina de mi lápiz luce estilizada y han caído las primeras gotas de un otoño que ni siquiera ha llegado oficialmente. Como siempre en Septiembre vuelvo a la escuela de las ilusiones renovadas y los cuadernos en blancos por escribir. Tiro esa libreta desgastada, arranco del calendario el mes de agosto y abro la ventana para que mi habitación comience a adquirir tintes y tintas otoñales. Estreno mi nueva decoración con este pequeño fragmento del poema de Machado que tantas veces leí de pequeña.
Que alegría leerte como abandonas el verano con la misma alegría que lo recibes… yo lo añoro!
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